Burujabetza

En primer lugar, es necesario crear una organización a nivel asociativo, que sea neutral y no dependiente de gobiernos ni partidos políticos, con el fin de defender los derechos individuales y colectivos de los habitantes de nuestros pueblos, y, en definitiva, el derecho democrático a decidir nuestro futuro como pueblo y como humanos, ejerciendo, de esa manera, nuestra soberanía.

Hay que tener en cuenta que esas plataformas tienen que identificarse claramente con la defensa de la verdad, los derechos y las libertades, con un carácter de transversalidad inherente al total respeto a la ideología de cada persona siempre que ésta esté dentro de los principios democráticos.

Los ejes fundamentales de la propuesta que se presenta, quieren vertebrar una alternativa diferente, de manera que paso a paso se convierta en una marea de transformar el sistema que tenemos, empezando por el empoderamiento de la población en un contexto local y/o comarcal mediante la creación de plataformas ciudadanas que se autogestionen y funcionen con una total autonomía, siendo conscientes de que lo que tendrían que atajar es aquello que formando parte del sistema se viesen capaces (y con conocimiento) de ir transformando con la visión de lo que históricamente han sido el auzolan¹ y los batzarres² recuperando los valores tradicionales e identitarios de nuestros pueblos.

EstosBatzarres tendrán la característica esencial de ser soberanos, y se constituirán en entidades que analizarán y dispondrán a su propio modo el camino más efectivo para avanzar hacia la gestión de lo común, por otra parte, tradición de nuestros pueblos, el uso del comunal. El sistema de Asambleas Populares o Herri Batzarreak, siempre soberanas y siempre coordinadas.

En el contexto general y, teniendo presente las connotaciones propias que vivimos, todas las plataformas tendrían que estar representadas en una especie de consejo coordinador y consultor, el Biltzar³, que, por una parte, diese respuesta a temas de índole general propios de nuestra idiosincrasia, y por otra, ejercer la coordinación de las diferentes plataformas dando fluidez al intercambio y mejora de las experiencias de cada una de ellas, sin interferir la autonomía, soberanía y capacidad de decisión de cada plataforma.

1 Es el nombre en euskera para designar los trabajos realizados por la comunidad para la comunidad. Literalmente sería “trabajo de barrio”.

2 En euskera se distingue “batzar”, reunión, junta o asamblea de “batzarre”, reunión, junta o asamblea del ayuntamiento o del pueblo.

3 Se trata de una reunión o asamblea de rango mayor, un congreso.

Ante las próximas elecciones municipales y forales del próximo mes de mayo de 2023, bastante más próximas a la ciudadanía que unas autonómicas de Euskadi y Nabarra o estatales para desarrollar la propuesta, el primer punto es trabajarlo a nivel local/comarcal consiguiendo crear esa marea vecinal, de manera que la opción sea presentarse a las elecciones con una candidatura de plataforma ciudadana creada independientemente en cada municipio y circunscripción a JJGG con el objetivo de instaurar los Batzarres municipales como materialización de la democracia directa.

En aquellos lugares donde no se pudiera conseguir este movimiento y sin posibilidad de candidatura, la opción sería presentarse con una papeleta de voto soberano (relacionándose con esta propuesta de Burujabetza – Democracia Directa) que las instituciones considerarían voto nulo de manera que se contabilizaría como tal, pero que en una segunda lectura estaría comunicando a las demás opciones políticas que ese voto soberano forma parte y se identifica con la propuesta de todas las plataformas presentadas y lógicamente se relacionarían con las obtengan representación, y por consiguiente, con el desarrollo político que se lleve a cabo en dichos municipios y/o comarcas.

La condición ineludible de estos Batzarres sería que quienes eventualmente decidieran hacerse operativos en alguna institución del modo que fuera, nunca tendrán representantes, sino únicamente portavoces que trasladen las decisiones del Batzarre al foro correspondiente y viceversa, ya que los representantes electos en las elecciones municipales no pueden por ley ser rotativos, pero sí, todos ellos tendrían que limitarse a ser portavoces de las decisiones de los Batzarres.

Por lo tanto, la propuesta, está basada en el empoderamiento de las personas de un entorno local, donde se pueden dar confluencias de sentir, ya que, en esencia, se trata de autogestionarse local o comarcalmente. De esta forma se potenciaría una nueva manera de hacer política que nada tiene que ver con la política que actualmente ejercen los partidos tradicionales. Las decisiones tomadas en los Batzarres se expondrían en los Ayuntamientos para luego unirse por comarcas, abarcando con ello, los territorios históricos de Hegoalde (Nabarra, Araba, Bizkaia, Gipuzkoa).

La alternativa propuesta es la creación de los mimbres para desarrollar la democracia directa, significando con ello, que nos desmarcamos del sistema actual de partidos políticos tradicionales. Democracia directa basada en el respeto al ser humano, intentando articular, dentro de la legalidad, opciones que posibiliten que la voz de los ciudadanos esté cada vez más presente en las decisiones que políticamente se vayan tomando.

Recapitulando pues, proponemos la creación de asambleas locales y las correspondientes agrupaciones electorales donde se dé cauce a expresar la soberanía popular. No obstante, en los lugares donde esto no fuese posible, queremos hacer un llamamiento, con el fin de hacer causa común con aquellas alternativas que resulten más adecuadas para este propósito, siendo concretamente la propuesta que presentamos, la de un voto soberano nulo activo, diferente del voto nulo tradicional, con una papeleta que manifieste su acuerdo con esta alternativa de Burujabetza – Democracia Directa.

Esta propuesta es compatible con otras formas de auto–organizarse que puedan darse en nuestra sociedad, como pudiera ser el abstencionismo activo, que está en la misma línea que ese voto soberano nulo, ya que, en definitiva, sigue expresando ese descontento con la política tradicional, manteniendo la esencia del abstencionismo activo, además de buscar y fomentar nuevas formas de organización alternativas al sistema, de auto-gestión, que se alinean con la filosofía de los Batzarres, el auzolan y el Comunal.